Por :Luisa Etxenike http://www.luisaetxenike.net
El escritor mexicano
Juan Rulfo, uno de mis primeros maestros literarios, decía que quería escribir
sus libros con palabras de adobe. La imagen apunta, sin duda, hacia una extrema
sobriedad de estilo. Pero también invita a recordar que un libro es una
construcción. No dejo de hacerlo, de concebir la escritura como una arquitectura.
Y a la inversa, de imaginar, detrás de cada proyecto arquitectónico, un relato en progresión, una
intriga.
La intriga se construye
trenzando curiosidad y revelación. Y lo primero que esta exposición revela es
la diversidad. No hay una arquitectura
vasca. Hay arquitecturas vascas, o mejor, jóvenes arquitectos que se han traído
a Euskadi el mundo abierto de la arquitectura, y que desde Euskadi miran
abiertamente al mundo. Nuestra frontera, entonces, como una de esas puertas
batientes que no pueden estarse quietas. Afortunadamente.
La segunda revelación
tiene que ver con la proximidad. Leo en los proyectos de estos jóvenes
arquitectos una expresividad a escala humana, un tuteo con la realidad de la
calle, un mirar a la gente a la cara. En
unos tiempos en que tantas obras públicas, en realidad sólo “al público”
delatan tramas de connivencia o conveniencia, resultan estimulantes,
reconfortantes, estas arquitecturas tan evidentemente de convivencia.
Pero la intriga no sólo
revela también debe interrogar. En la intriga la esperanza se concentra en la
curiosidad. Y me pregunto cómo van a responder estos jóvenes arquitectos vascos
a los desafíos, a las interpelaciones, de este presente en estado crítico. Y sinceramente confío en que lo hagan con lo
que ya apuntan, con la determinación empática de la escala justa y de la
claridad.
Luisa Etxenike es escritora, acaba de publicar en Francia Le ravissement de l´eté, chez Robert Laffont. El texto "Arquitectura e Intriga" ha sido realizado como introducción a las jornadas "Euskadi jeune architecture" realizada en "arc en rêve" el 3 de mayo de 2012.
Fotografías cedidas por Arc en Rêve.
© Rodolphe Escher
Fotografías cedidas por Arc en Rêve.
© Rodolphe Escher
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